Bitácora de un capitán sin barco, 2ª entrega

Pues qué les cuento? De aquello que dijimos que era más fácil enviar un cohete a la luna, pues parece que alguien se lo tomó muy en serio, y quién si no el “PapiLord” de las máquinas. Nos trajo un proyecto con una maquinaria “megatónica” en la mismísima Patagonia por un monto estratosférico. Imagino que pocas veces podrá darse vuelo con una planeación de semejante calibre, pero tan exagerado como si quisiera darle trabajo a todos los Porteños en época de crisis.

Y es que era cierto que el pobre no entendió que tenía que cotizar una maquinaria para el barquito del dueño, y no para los que suele venderle a los clientes que se dejan clavar el diente. El chiste es que tantos meses había tardado que terminó haciendo su aparición triunfal a dos minutos de estar en la Oficialía de Puertos, qué papelón!!
 

La verdad que el Primer Oficial y yo defendimos el honor  ante el Oficial de Puertos que es todo un “Master”, casi casi con dotes de vidente. Si hasta nos organizó reuniones con un asesor subcontratado por el subcontratado que’sque para darnos mejor norte de nuestro plan de navegación. Se me hace que se las olió que andamos en el horno. Y no es para menos, el tipo vaya que sabe lo que está haciendo y ya dejo saber sus preocupaciones muy legítimas de nuestro tan platicado barco. Y es que no es nada nuevo que el dueño anterior les vendió el proyecto del siglo, porque vaya que sí lo sabe hacer ese "Messié". Me cae que hasta lo extrañaré. Neta!!

Pero he de ser franca y como siempre algo reaccionaria en decir que a mí no me digan que el dueño les dijo misa. Les pudo haber bajado el cielo, la luna y las estrellas; y aún decirles que “su abuelita en patineta” y no por ello tenían que creerle. Había que hacer una mínima validación muchachos! Pero ahora ya ése es nuestro problema y pues no hay que ser científicos para decir que igual quedamos como “Cristo en el medio”. Por los clavos de Cristo!!!

El problema es que entre las “sugerencias” de la Oficialía de Puertos y sus asesores, más el nuevo asesor, se siguen sumando signos de pesos a la cifra y  el nuevo dueño no más no quiere mocharse, aunque creo que NETA no nos alcanza, según le dijo al Almirante. Ay nuestro querido Almirante! Ya se terminó de recuperar el pobre, pero pues no más ni cómo ayudarle.

El que anda muy “girito” es el de la madera, mi nunca querido  y muy ponderado “colega de capacidades desconocidas” pues  con esto del nuevo dueño ahora sí anda queriendo quedar bien y hasta parece interesado. Lo que sí dijo es que el proveedor de la madera ya no le va a seguir haciendo el mismo descuento por lo poco que les compramos hace años, pero que igual contamos con 3 meses de gracia con el precio anterior, para seguir decidiéndonos ¿?

Y si pensábamos que nos iba ayudar el Oficial de Puertos pues resultó que ya anda de vacaciones. Ya no más nos embarcó con los nuevos requerimientos y nos dejó hablando con sus asesores. Bien que le halla!

Pero ya estoy junto con el Primer Oficial, el marinero y el coordinador de navegación preparando el Informe para esta semana antes de que se nos vaya el anterior dueño, que ya se me quería hacer ojo de hormiga. Pero de menos que finja un poco y no nos la deje caer tan feo, o ya de perdis que el nuevo dueño sepa bien a lo que le tira. Así que a ver cómo nos va en la primera rendición de cuentas –más a fuerza que de ganas–, pero también para que el Almirante se ponga las pilas, ok no, pero que también finja que le importa.

Bueno pues aquí seguimos un poco a la deriva… en nombre sea de Dios!